La persecusión y violencia por parte del estado y los grupos de poder -que históricamente han oprimido a la población persiguiendo fines únicamente económicos- no es un tema de discusión en la actualidad. No cabe el espacio a la duda al menos en grupos contra informados como lo supone ser el nuestro, el que a este tipo de instancias se convoca, puedan encontrarse físicamente en ellas o no.
En base a lo mismo es que nos parece necesario hacer un llamado a la solidaridad en términos prácticos con el llamado “conflicto mapuche” que a lo largo de toda la historia se ha estado reproduciendo, pero es en la última década y especialmente en los últimos meses de este año que la violencia y el exterminio se hace tangible en todos los términos que se puedan imaginar. Sabemos que los gobiernos sólo buscan enriquecerse y aplastar a la población buscando poder y más poder, y aunque quizá es una ingenuidad sorprenderse de la violencia que se ha llevado a cabo en la araucanía y la persecución constante contra grupos mapuches organizados -como lo sean la Arauco malleco o la meli wixan mapu por ejemplo- no debemos dejar de reaccionar frente a la matanza que se ha hecho cada vez más explícita en dichos territorios. Si bien la opresión y la violencia han sido de niveles parecidos y constantes a toda la historia, es ahora cuando la desfachatez alcanza niveles inigualables. Ya ni si quiera el poder se preocupa de esconder lo que ocurre en la araucanía, quizá en parte porque ya no es posible, ya no se puede hacer oídos sordos a la realidad esclavista que el estado lleva a cabo, porque desde cualquier punto de vista este actuar responde a ansias de poder que se reflejan en las más duras masacres, castigos y penas en contra de todos los peñis.
Por lo mismo nos parece urgente hacernos parte de la lucha en todas las instancias que se nos presenten como posibilidades, entendiendo primero que las tomas de tierra no responden solamente a necesidades en términos de cultivo, responden también a una reivindicación del pueblo mapuche en términos de soberanía, responde a la necesidad de todos los pueblos de contar con territorios que les permitan posicionarse. En relación a lo mismo es entonces que las demandas del pueblo mapuche se hacen totalmente lógicas y responden a lo mínimo que se podría exigir, entendiendo a los mapuches como un pueblo diferente al chileno, entendiendo que no son nuestro folclor. Es necesario exterminar los puestos de poder en que se han encaramado distintos dirigentes y representantes de la absurda nación chilena, grupos que históricamente han pasado por alto la realidad que el pueblo mapuche protagoniza en este mismo territorio, desde mucho antes del nacimiento de los instrumentos gubernamentales y las conjeturas sociales tales como son la democracia y el orden público que por definición ésta persigue.
De este modo es que como grupo queremos hacer un llamado de reflexión y acción en favor del pueblo mapuche históricamente aplastado y oprimido por el estado chileno, no nos quedemos sólo en marchas, en mítines ni en publicaciones por feisbuc, el sabotaje a los instrumentos estatales es imprescindible en todas sus representaciones. Solidaricemos de maneras no sólo simbólicas, sino también prácticas, porque es aquí y ahora el momento en que podemos echar a bajo el capital y sus infinitas expresiones, posicionémonos como entes capaces de cambiar una historia trágica, saboteemos todo tipo de violencia tanto física como legal y despojemos de valor todas las normas sociales tradicionalistas. Hagámonos parte de la historia que cada segundo que pasa está aconteciendo y entendámonos como un grupo capaz de gestar cambios. Apelamos a cualquier tipo de organización anti autoritaria y a la unión de dichas organizaciones en pos de un cambio sustancial. Acerquémonos, ayudémonos, seamos solidarios entendiendo que a fin de cuentas los oprimidos somos todos, y es en este sentido que entre todos podemos crear redes de apoyo.
Abajo la ley antiterrorista y el poder chileno, a deslegitimar las leyes y buenas costumbres, apoyemos las ocupaciones mapuches también desde la práctica, porque todos tenemos algo que aportar, todos somos necesarios, y todos somos capaces de gestar cambios.
Que nos tengan miedo, más miedo del que ya nos tienen, que sepan todos que aquí estamos y aquí estaremos en cualquier instancia y ante cualquier pero. Abajo el nacionalismo, arriba la insurgencia, apropiémonos de nuestra realidad y cambiemos el rumbo ilógico de la historia.
Por ti, por mi, por todxs, abajo el estado, el capital, el buen comportamiento, abajo la ciudadanía.
¡Arriba los que luchan!
LA PESTE,
Feria de contrainformación y tokata: La Peste
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