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PAIDEIA – una experiencia de educación libertaria

http://youtu.be/gGFhjSzUE8Y

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La opresión y la autoridad son una creación, jamas una condición ontológica.

El problema de cual o que sistema queremos no esta bien planteado si partimos de problemas supuestamente ontológicos sobre la necesidad de la autoridad y la imposición de un poder o una ideología determinada sobre el otro.
No es mi idea hacer una apología de la libertad, por que también la entiendo como un concepto ligado a contradicciones modernas muy propias del discurso que nos han enseñado, aunque reivindico la forma anarquica de entenderla. En este sentido es que es preciso hablar sobre nuestras posibilidades, sobre la vida, sobre lo que nos acerca y cuales son los mecanismos que nos alejan. Así, la libertad estaría mas ligada al reconocimiento de las formas de opresión innecesarias y patológicas, y la recuperación / creación de una vida integral, digna, donde quepamos todos, lo que necesariamente implica recrear el escenario en donde poner practica nuevas formas politicas.

Las ideas no son nuestras, alguien dijo por ahí alguna vez que “nacimos del plagio, somos el plagio y moriremos en el plagio”, pues bien, esto me parece muy acertado para hablar sobre la condición de la vida compartida y las formas políticas que regulan los marcos cognitivos en donde nos movemos. Los marcos de interpretación y deliberación, están creados, todo deviene de un lenguaje compartido en el cual fuimos socializados y construidos como cuerpo y sujeto fenomenal (como fenómeno social). En este sentido, es que la vida siempre esta con el otro. En el momento que compartimos lenguaje, dolores, emociones, gracias a ese marco social que aunque no haya sido deliberado y creado para todos, nos otorga las posibilidades mínimas de encuentro y humanidad.

En este sentido, pensar en la responsabilidad del nosotros es un problema urgente a resolver sobre todo en los tiempos de guerra en los cuales vivimos. El problema de la interculturalidad, el nacionalismo y la negación de lo otro, lo distinto, deben ser tratados partiendo de la consideración de ciertos problemas ontológicos de la vida y reconocer desde alli lo que nos une como humanidad (con nuestras diferencias). Actualmente, existen millones de sujetos invisivilizados a propósito, gente creada como no digna, como no viva..,, en estos términos es que pareciera que el imperialismo mediático nos sucumbe incluso en nuestra cotidianidad cuando nuestros afectos se inclinan moralmente hacia una u otra simpatía para con algunos grupos de acción política. Por ejemplo, cuando se criminalizan a los mapuches y su actuar y se bien-dicen los actos de la gente de gobierno. Son muchos mas, esta claro, los que creen las mentiras contadas desde las posiciones de poder. Asi, en terminos no tan relativistas como lo expone Baudrillard, lo mediático se impone como norma interpretativa y de afecto, es decir, como una hiperrealiadad a la cual debemos algo mas que el reconocimiento cotidiano de nuestra sociedad.

Los marcos interpretativos son creados y recreados en la capacidad misma de la reproducción de la noticia. Asimismo los que tienen la capacidad de posicionar los discursos como la verdad son los grupos de poder amparados en grandes capitales económicos, culturales y sociales. Son las autoridades gobernantes los que realizan el bien denominado terrorismo espectacular, imponiendo verdades y necesidades a la gente en general. de esta manra tambien nuestro actuar subversivo se ve condicionado cuando muchos compañeros diseñan estrategias pensando en la opinion publica.

Si es que existe alguna condición ontológica de la vida, no son ni la autoridad como algo patológico, ni las formas de gobierno centralistas, ni la representación, ni la sumisión, ni la guerra, ni el yo, ni nada por el estilo … si es que algo compartimos en esta vida y que determina de ahí en más nuestra humanidad, es la precariedad de nuestra condición, el desarrollo de las tecnologías para combatir a la precariedad, la relación con el otro, y el reconocimiento, que viene un poquito después…. las formas políticas y las normas que les dan sustento, no son más que construcciones, formas susceptibles de ser transformadas, y no pueden ser entendidas como algo ontológico en la vida. Son una construcción monstruosa de un maquievalismo moderno que ampara la igualdad ante la ley (abstracción) y jamas la igualdad de hecho, uan forma politica tradicionalmente burguesa.

Ahora bien, el problema del actual sistema social es la forma en la cual es distribuida la precariedad y por otro lado, que se nos construye como sujetos alienados de la responsabilidad para con el “nosotros” y uno mismo. Por ende, las posibilidades de transformar y dar un sentido vital a esas formas que regulan nuestro actuar en términos micro y macro son reducidas al mínimo. La política del cuerpo y de la idea (como accionar) están concebidas para reproducir formas de dominación y sometimiento que se hicieron necesarios dadas las condiciones de la vida en una momento histórico determinado. Y por supuesto de los intereses de los grupos empoderados en aquellos tiempos. Podemos citar a la revolución francesa y la génesis del liberalismo actual, por ejemplo.

Los grupos de poder marcan las pautas interpretativas y por ende nuestros afectos y el actuar. Y si algo queremos los que queremos recuperar nuestras vidas, es re-significar los sentidos a distintas escalas de inclusión y perspectivas, por supuesto, respetando las diferencias y re-inventando la política y las formas de llevarla a cabo. Por supuesto esto no se pelea a lo grande ni pasando la vida en bares, hablando de esa gran revolución a la bolche. La recuperación de nuestras vidas, implica reconocer que es lo que compartimos con el otro, en el día a día, con proyectos, está claro, y de allí, distribuir en el hecho mismo, las posibilidades de hacer menos precaria la vida para todos.

……»Y que no continué ningún asesinato, ninguna guerra, más que la de los menos hipócritas, pues la violencia es una forma de ejercer la agresión tan parte de la vida. Y pelear por la paz ejerciendo violencia en todo nivel no es más que la hipocresía de todos los días, esa que justifica nuestra rabia y nuestro odio…..»

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Es importante…

Es una obligación recordar y admirar la radicalidad humana y responsable de muchos amigos y compañeros que ya no estan,
es urgente mencionarlos, dibujarlos. Imaginarlos en nuestra cotidianidad, en cada vindicación, del tipo que sea, mientras nos llenamos de amor o compartimos el delirio, mientras llenamos de poesia y fuego las calles.
Es de suma importancia aprender y jamas ignorar nuestro pasado, en todo momento y someter la experiencia pasada a la solidaridad de nuestra lucha responsable en el presente.
Destruir todas las formas politicas de miseria y sometimiento que nos aquejan necesitan de la memoria. Olvidar seria claudicar, y tranformarnos en el presente vaciado, el que tanto nos han querido adjudicar.
Es importante hablar de los ausentes, de los miserables, de los asesinados, de los amigos, de los luchadores, de los weichafes, de los vindicadores, de los que huyen, de los ex ciudadanos y ex trabajadores, de los antisociales, de todos los invisibilizados historicamente que no hacen mas que renacer en cada uno de nuestros actos.
En cada una de nuestras palabras, somos ell@s.

El capitalismo como espacio omnipresente de estandarización y semejanza resta densidad a todo intento de cuestionamiento o disrupción…

hacemos un llamado general a provocar todo tipo de desmanes.. EL MOMENTO ES AHORA!

Comunicado de La pesteZine